viernes, 30 de mayo de 2014

Conocimiento de especias culinarias



Buenas tardes a tod@s:

Ayer y por un montón de cosas me fue imposible contaros lo que habíamos hecho en el Tipi Hibiscus. Así que os debo lo de ayer y lo de hoy.

El jueves, el tiempo nos dio una tregua y decidimos salir a pasear (sin silleta) para alimentar a los patos del lago de Sarriguren que últimamente los tenemos un poco olvidadillos y así veíamos a las nuevas crías de los mismos, que por cierto son preciosas, a l@s pequeñ@s les encantó ver como la madre, tras reblandecerse el pan que les habíamos tirado al agua, lo partía en porciones más pequeñas para que sus crías pudieran comerlo. Fue muy bonito. Luego fuimos al parque a jugar en los columpios lo pasamos ¡¡¡genial!!!


Y hoy viernes hemos terminado nuestra semana del desarrollo de los sentidos del gusto y del olfato con un taller de conocimiento de algunas especias usadas en cocina (lógicamente y por supuesto he desechado las picantes, para que l@s pequeñ@s no pasaran un mal rato).

Para comenzar les he presentado el recipiente que yo destino a las especias culinarias y luego he ido sacando los botes elegidos para dicha actividad (perejil, orégano, tomillo, romero, pimentón dulce, curri, nuez moscada, clavo, eneldo, laurel en hoja…) y los he ido pasando por sus naricitas para que fueran oliéndolos. Más tarde y sobre una bandeja forrada con papel de aluminio (para que sus dibujos no distrajeran a su sentido de la vista y las vieran más claras) he ido vertiendo pequeños montoncitos de especias sobre ella. Cuando he terminado he dejado la bandeja en el centro de la mesa y no he dicho nada. L@s pequeñ@s como siempre me han mirado antes de realizar ninguna acción (como esperando a que yo les dijera algo más), yo no he dicho nada y una pequeña ha ido con su dedito directa al curry, lo ha tocado y luego se lo ha llevado a la boca y ahí ha comenzado la acción, ha sido un ir y venir de deditos sobre los montones, de ahí alguna ha pasado a las manos, hasta una pequeña ha masticado un clavo (de especia, no penséis que de otra cosa). 




Parece que les ha gustado bastante, porque no veían el momento de terminar la actividad, y como podéis imaginar hemos terminado todos con un olor… la habitación aún huele a Asia, o más bien a la India.

Un besazo a tod@s y pasad un buen fin de semana.

Hasta el lunes!!!

miércoles, 28 de mayo de 2014

Distingir entre sabores y olores parecidos



Buenas tardes, hace unos meses encontré un artículo en la web en el que hablaba del sentido del olfato en los bebés, me pareció muy bonito y acertado y hoy quiero compartirlo con vosotr@s, iba enumerando las características de dicho sentido.
Es químico, es primitivo.

El sentido del olfato, como el del gusto, es un sentido “químico”, porque empieza con una respuesta nerviosa ante determinadas moléculas presentes en el ambiente. El olfato y el gusto son lo que los científicos llaman “sentidos primitivos”, porque incluso los organismos unicelulares pueden hallar las sustancias químicas que necesitan para sobrevivir a través del olor. Míralo de este modo: tu bebé tiene olfato para el alimento y el confort. ¡No está mal para un crío que sólo tiene un día de vida!

Su agudo sentido del olfato también ayuda al nuevo miembro de la familia a reconocer a los demás. Después del pecho, el cuello de la madre ocupa el segundo lugar entre los olores más apreciados, ya que sobre él descansa suavemente su pequeña carita cuando le sostienes entre tus brazos y en vertical, con sus fosas nasales pegadas, muy pegadas a tu piel.

          El recién nacido llegará a reconocer el olor de su padre de este modo y, si les dejas que lo cojan, también de sus hermanos. Cuanta más práctica adquieran sujetando al bebé, más fácil le resultará a éste reconocer sus olores y más satisfactorio será para ellos (y para el pequeño) acogerle entre sus brazos.

Es dulce, no lo es.
El recién nacido respira profundamente para inhalar mejor los aromas del plátano, la vainilla, el azúcar y, por supuesto, la leche. Los olores dulces (de otras sustancias y de los propios bebés) permiten a niñ@s y padres disfrutar de los placeres de la intimidad. Ello se debe a que a todos nos gusta estar cerca de las cosas que tienen olores dulces.

Quizá observes que tu bebé se aparta de algunos olores, como la carne podrida o las sustancias químicas tóxicas. Algunos científicos especulan con la posibilidad de que este reflejo tenga la misma función que las náuseas matutinas durante la primera fase del embarazo: evitar alimentos y sustancias que puedan resultar peligrosos.

Quizá sea un sentido primitivo, pero los bebés utilizan el olfato de una forma sorprendentemente sofisticada. Ya en el segundo mes de vida, pueden distinguir diferentes tipos e intensidades de olores. Los bebés reaccionan a los olores pataleando, chupando, llorando o alterando el ritmo de su respiración. Aunque no todo el mundo está de acuerdo, algunos investigadores creen que los recién nacidos muestran su aprobación de ciertos olores relajando su cara y su desaprobación, arrugándola.

Es reflejo, es independencia
Aunque el bebé puede distinguir  entre diferentes olores, sus respuestas parecen ser más reflejas que deliberadas o conscientes. Se llega a esta conclusión porque los olores también le hacen moverse y cambiar su respiración cuando está dormido. Pero los bebés parecen ser capaces de soportar los olores: si un olor desagradable permanece en el ambiente durante tiempo suficiente, dejan de reaccionar a él. Esto es lo que se llama habituación.

Pero a medida que va creciendo, la reacción del bebé a los olores se va haciendo más calculada, consciente y dependiente de su voluntad. El niño aprende por experiencia a juzgar si las cosas huelen bien o mal. A los tres años de edad, será capaz de expresar algunas de sus opiniones. Y a los seis o siete años, te lo dirá mucho más claramente.

En última instancia, el olfato ayuda al bebé a adquirir independencia. ¿Cómo?
  • A las 24 semanas, el feto puede absorber los olores presentes en el líquido amniótico; este es el principio de su sentido del olfato.
  • Tras el parto, el bebé utiliza esta habilidad para identificar el olor de su madre, que reconoce de cuando todavía estaba en su vientre.
  • Aunque el recién nacido prefiere y necesita estar contigo, el olor le ayuda a iniciar una cierta emancipación. 
  • Parte del confort que solía encontrar solamente en tu aroma, comenzará a encontrarlo en el suyo propio y después en las cosas que ha impregnado con él. 
  • Su manta más suave, que lleva su saliva y su olor, le resulta familiar y le tranquiliza, aunque no seas tú. Esta es la razón por la cual, cuando sea un poco mayor, comenzará a arrastrar su manta por ahí en lugar de agarrarse a tu pierna.
  • Ahora intenta probar cosas por su cuenta, con algo de ayuda de una mano amiga. No tengas demasiada prisa en lavar su adorada manta; cuanto más huela, mejor.
Es memoria, es conexión.
El poder del olor afecta a la memoria, también en los adultos. Párate por un momento y recuerda qué ocurre cuando hueles a lilas en invierno. De repente es primavera, tienes ocho años y vas a toda velocidad en tu nueva bici. O cuando hueles pan recién salido del horno, la imagen de la cara de tu abuela aparece perfectamente dibujada en tu mente, incluso después de muchos años. El olor es así: dispara o es capaz de desencadenar el recuerdo.

Ya desde su nacimiento (quizá incluso antes), el bebé establece conexiones y comienza a formarse opiniones a través de su sentido del olfato. Le ayuda a saber quién es él mismo y qué es importante y dónde están esas cosas tan importantes para proporcionarle seguridad. En última instancia, le ayuda a recordar momentos intensos. ¿Y tú? Tú siempre recordarás su dulce olor de recién nacido.

Hoy en el Tipi Hibiscus hemos hecho una actividad de olfativo-gustativa entre sabores y olores parecidos, de frutas con hueso de la misma familia, como son el de la pavía o nectarina, el melocotón, el albaricoque y el paraguayo.


En primer lugar se las he mostrado todas juntas y con piel, luego hemos procedido a olerlas con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados. Luego las he troceado y finalmente las hemos probado (a la vez que lo hacíamos, yo les decía, esta está muy dulce y blandita, esta más dura y ácida, esta tiene pelo, esta es suave… las han probado todas y la verdad es que les han gustado.




Hasta mañana!!!

martes, 27 de mayo de 2014

Excursión: animales y plantas



Hoy quiero haceros una breve introducción a los sentidos del gusto y del olfato: cómo se desarrollan, qué huelen o degustan… y luego os explicaré a qué hemos dedicado el día de hoy.

Como ya dije ayer los sentidos del gusto y el olfato están muy relacionados y en el cerebro se perciben de una forma muy similar. Las sensaciones que siente el futuro bebé son el resultado de cómo huelen y cómo saben las sustancias que contiene el líquido amniótico. 

El gusto.

A la sexta semana ya es reconocible la lengua y sus papilas gustativas comienzan a formarse una semana después. En el segundo mes ya tiene formada la boca y es capaz de abrirla y de tragar algo de líquido amniótico. A partir del tercer mes su sistema gustativo ya está activo y en torno al cuarto mes es capaz de distinguir diferentes sabores. 

El feto tiene, desde el tercer mes de gestación, un sentido del gusto muy desarrollado. Si percibe un sabor dulce en el líquido amniótico, acelera los movimientos de deglución, mientras que si este contiene un sabor amargo o que le resulta desagradable, deja de tragar en el acto.

El olfato.

El sentido del olfato es muy importante para la supervivencia del bebé. Gracias al olfato el niño encuentra el pecho materno después de nacer. 

Si al recién nacido se le aproximan a ambos lados de la nariz dos trocitos de algodón, uno impregnado con leche materna y el otro con la de otra mujer, se vuelve antes hacia el algodón en el que aprecia el olor materno. 

A las cinco semanas comienza a dibujarse un esbozo de nariz en la primitiva cabeza del embrión. Se trata de dos puntos, las plácodas nasales, que se sitúan en la región frontal, pero aún habrá que esperar algunas semanas para que este órgano empiece a hacerse visible. 

La depresión superficial que forman estos puntos da lugar a las fosas nasales; alrededor de ellas se forman unas elevaciones de tejido en forma de herradura que se transformarán en las aletas de la nariz. 

Entre las semanas 6ª y 7ª de gestación se desarrollan la punta, la cresta nasal y parte del tabique, como resultado de lo cual, a la 8ª semana, su pequeña nariz ya está diferenciada.      A las siete semanas los nervios y la membrana olfatoria también están formados y a partir de la 12ª semana la nariz está preparada para percibir todo tipo de olores. 

En el útero el feto se familiariza con olores procedentes de los alimentos y las sustancias que consume la madre, que algunos investigadores cifran en alrededor de 120. Estos olores también impregnarán la leche materna.

            Pues bien, hoy y aprovechando que no llovía en Sarriguren hemos salido de excursión a una tienda de jardinería, ya que estábamos cerca de una tienda de animales, hemos entrado a hacerles una visita, no podíamos perder la oportunidad.

            El objetivo de la actividad no era otro que desarrollar nuestro sentido del olfato con las flores y plantas, sobre todo aromáticas que allí nos hemos encontrado. Ha sido una experiencia muy bonita, íbamos parando por todas las mesas llenas de plantas y oliéndolas, les he ido sugiriendo que cerraran los ojos para hacerlo y ell@s han aceptado encantados. Mientras lo hacían y con los ojitos aún cerrados, se les iba dibujando una sonrisa de placer en sus caritas. 



Y luego la improvisada visita a la tienda de animales, que también nos ha valido para nuestra actividad. Cerrad ahora los ojos y no me digáis que no tenéis grabado en vuestro cerebro el olor de una tienda de animales, es característico, pues ese olor han podido descubrirlo también l@s pequeñ@s.


Ha sido un día especial, siempre les encanta hacer excursiones y la de hoy ha sido muy bonita y divertida.

Hasta mañana!!!

lunes, 26 de mayo de 2014

Semana del desarrollo del olfato y el gusto



Esta semana vamos a desarrollar los dos sentidos que nos faltan el del gusto y el del olfato. Ya que son dos sentidos muy relacionados, se deben trabajar conjuntamente.

Los objetivos generales que voy a trabajar serían los siguientes:

  • Conocer e identificar los olores y sabores básicos.
  • Despertar interés por experimentar con sabores nuevos.
  • Desarrollar la memoria olfativa y gustativa.


No lo he dicho hasta ahora pero para elaborar un programa sensorial se pueden plantear niveles de trabajo, que es lo que yo hago con l@s pequeñ@s del Tipi Hibiscus.

  • Iniciación-conocimiento: identificar una cualidad a través de contacto con los objetos.
  • Dominio-ejercitación: clasificar los objetos por colores, tamaños…
  • Memorización: nombrar instrumentos siguiendo el orden en el que sonaron.
  • Agudeza: se exige rapidez para identificar, clasificar colores, formas, etc., en función de la ejercitación y de la edad.
  • Aplicaciones: buscar la aplicación práctica de lo aprendido.


Para la actividad de hoy he unido dos, retomamos los botes de olores Montessori trabajados el día 8 de abril de 2014 (dentro de la semana Montessori) y le añadimos algo nuevo: además de oler la esencia de los mismos, los identificamos con el objeto real.


Para los que no sabéis de que se trata es un material que María Montessori encuadra en el denominado sensorial. El material sensorial da al niñ@ estímulos que desarrollan racionalmente sus percepciones sensoriales, las refina y pone los cimientos para el desarrollo de sus poderes mentales, ya que el niñ@ atraído más por el estímulo que por la razón, se caracteriza por el desarrollo de las facultades psíquicas, refina sus sentidos y puede enfocar su atención hacia el ambiente.

Para fabricar este material usé unos botes herméticos de vidrio, fabricado a modo casero esencias que he modificado: limón, naranja, menta, canela, vainilla y albaricoque que luego he impregnado en algodones. 

Si recordáis dije que “como l@s niñ@s aún son muy pequeños decidí que la próxima vez que realizáramos la actividad lo haríamos con la muestra real de las esencias olidas”.



Y el resultado ha sido mucho mejor, ya que elegí unas esencias un tanto complicadas para ell@s y ahora con la muestra, le ponen imagen a lo que su sentido del olfato olía. Han experimentado con todos las muestras, han chupado canela en rama, han masticado la vaina de vainilla, han comido albaricoque y olido y mordido la naranja y el limón. Y lo más importante han podido comparar entre la esencia de los botes con el objeto real.

Hasta mañana!!!