miércoles, 9 de marzo de 2016

Disculpas

Buenas tardes a tod@s:

El sábado va a hacer seis meses que nació mi pequeño, mi apéndice y la verdad es que parece que fue ayer, hace dos meses que estoy trabajando de nuevo en el Tipi y parece que fue ayer y hace casi un año que dejé un poco de lado este blog por haberme quedado embarazada y también parece que fue ayer.

Sé que prometí que lo dejaba parado para retomarlo cuando reanudara mi trabajo en el Tipi con los niñ@s, pero he de reconocer que me cuesta bastante, no soy una supermujer y después de mis ocho horas de trabajo en el Tipi, recoger la casa, las comidas, la asociación y un largo etc, cuando mi apéndice está dormido (que la verdad es muy poco tiempo) aprovecho para poner en orden mi casa y mis cosas y cuando termino todo, siempre me queda pendiente el blog.

Mi intención era hacer al menos una entrada semanal, pero ya llevo dos semanas en las que no lo cumplo, he estado pensando durante mucho tiempo y he llegado a la conclusión de que estos días de mi pequeño no van a volver, durante la mañana me comparte y la verdad es que lo lleva genial pero las tardes… son de él y mías. Me encanta tirarme a su lado y verle girar como una peonza, me tiene enamorado, al principio escribía los post con él encima, pero he puesto en una balanza los pros y los contras y no puedo cumplir mi promesa de una entrada a la semana.

Ahora mismo lleva dormido una hora y me apetecía sentarme un ratito en el sofá y descansar, pero me he visto en la necesidad de deciros que las entradas las haré cuando pueda, no cuando quiera.
El grupo de este año es cañero, son muy chikis y demandan mucho de mí. De  momento muchas de las actividades que tengo planeadas hacer con ell@s o bien las he contado ya o bien no puedo hacerlas todavía, así que prometo que las entradas que haga serán interesantes.

Se me ocurrían cosas como: la comida, el sueño, el llanto, cesto de los tesoros, taller musical, psicomotricidad… que son temas de los que ya he hablado a lo largo de estos años, así que como os he dicho, no me voy a repetir y las cosas de las que hable serán novedosas.

Lo siento y muchas gracias por entenderme. Hasta otro día!!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Lactancia materna

Buenas tardes a todos!!

Perdonad la tardanza, pero la verdad es que los últimos días han sido de mucho trabajo tanto en el Tipi como por las tardes y además mi pequeño me demanda atención personalizada por las tardes y… como os dije lo prometido es deuda, esta entrada trata sobre la lactancia materna. Afortunadamente yo desde el principio estoy pudiendo darle como dice Carlos González  este “regalo para toda la vida.

Y ¿Por qué es un  regalo para toda la vida?, os preguntaréis algunos, porque ¿Existe algo más propio de una madre que dar el pecho?. Desde hace tiempo se sabe que la lactancia es la mejor garantía de evitar enfermedades futuras, tanto para la madre como para el hijo, pero es que además el momento de la toma constituye un momento de absoluta comunión entre mamá y bebé que hace que se creen unos lazos que proporcionan al niñ@ una gran seguridad, una sensación de protección inigualable de manera artificial. La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hij@ recién nacido. El vínculo afectivo que se establece entre una madre y un bebé amamantado constituye una experiencia única. La lactancia materna es beneficiosa para el niñ@, para la madre y para la sociedad en todos los países del mundo.



La leche materna es inteligente, es distinta dependiendo del momento en el que el bebé se encuentre, es decir que contiene todo lo que el bebé puede necesitar para su crecimiento y desarrollo, y presenta ciertas variaciones en su composición durante los últimos meses de embarazo, y los primeros días que siguen al parto. El cuerpo de la mujer se va preparando poco a poco para la producción que se ajusta a las necesidades de su bebé en todo momento. No sólo varía en las distintas etapas de la lactancia, sino también a diferentes horas del día, del comienzo al final de una misma toma, entre mujeres, entre los pechos de una misma mujer e incluso entre cada lóbulo mamario. Existen 4 tipos de leche materna:

1.      La leche de pretérmino, se produce en las mujeres que han tenido un parto prematuro. Las madres que han dado a luz antes de tiempo producen este tipo de leche durante un tiempo prolongado. La leche de pretérmino contiene mayor cantidad de proteína y menor cantidad de lactosa que la leche madura, siendo esta combinación más apropiada, ya que el niño inmaduro tiene requerimientos más elevados de proteínas. La lactoferrina y la IgA también son más abundantes en ella.

2.      El calostro es un líquido amarillento rico en proteína, vitaminas liposolubles (A,D,K,E) y minerales, precursor de la leche materna. El calostro es secretado por la glándula mamaria durante los últimos meses del embarazo y los cuatros días que siguen al parto. Le proporciona al bebé todo lo que necesita, actuando como un laxante suave, preparando el aparato digestivo del bebé para recibir la leche materna o proporcionándole al bebé anticuerpos de la madre que lo protegen contra algunas enfermedades.

3.      La leche de transición, es la leche que se producen entre el quinto y décimo día después del parto aproximadamente, tiene un mayor contenido de grasa, lactosa y vitaminas hidrosolubles que el calostro y, por lo tanto, suministra más calorías al recién nacido, adecuándose a las necesidades de éste conforme transcurren los días. Alrededor del cuarto y el sexto día, tiene lugar un aumento brusco de la secreción de leche, la subida de la leche. Esta leche de composición intermedia va variando hasta alcanzar la composición de la leche madura.

4.      La leche materna madura, es secretada por las glándulas mamarias del décimo día tras el parto en adelante. Es la leche materna propiamente dicha. Ella sola le aporta al niño todas las sustancias nutritivas y las calorías que éste requiere para su normal desarrollo y crecimiento durante los primeros seis meses de vida, y se recomienda hasta los dos años de edad o más junto a la alimentación complementaria.

Los principales componentes de la leche son: agua (un 88%), proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas. También contiene elementos traza u oligoelementos, hormonas y enzimas.

Y es que son muchos los beneficios y las ventajas de dar el pecho e intentando ser objetiva solo le veo un pero, que nunca sabes con exactitud la cantidad exacta que tu pequeñ@ está comiendo, a mí me sirve ver que cuando está satisfecho se suelta del pecho y se tumba boca arriba en plan “estoy harto mami”.

Y es que son tantas las ventajas que no sé por dónde empezar, en mi caso le he dado desde el principio tantas veces como él quería, es decir “a demanda” y todo el tiempo que ambos podíamos y no solo he usado el “a demanda” en darle el pecho sino en todo lo demás.

·         Ventajas nutritivas: Se digiere mejor y más rápido (Tiene enzimas digestivas: lipasa y lactasa entre otras). Tiene 3.6 veces menor cantidad de sodio que la leche de vaca (menor posibilidad de deshidratación, menos hipertensión). Tiene grasas y proteínas de mejor calidad (sobre todo para el desarrollo del cerebro). El hierro se absorbe casi en su totalidad (menos anemia). Su composición se adapta a las necesidades de la edad (es distinta para un bebé de término que para un prematuro). La lactosa ayuda a prevenir el raquitismo y en la absorción de calcio y el desarrollo del cerebro.

·       Protección contra infecciones: Tiene linfocitos y macrófagos que destruyen gérmenes activamente. Es Higiénica (está siempre preparada, a temperatura justa y estéril). Tiene el Factor Bífido que impide el sobredesarrollo de gérmenes en el intestino. Tiene anticuerpos que protegen al niñ@ de las enfermedades a las que estuvo y está expuesta la madre. Tiene docenas de agentes antinflamatorios. Hay 10 veces menos internaciones en el bebé que toma pecho. Hay 30 veces menos riesgo de diarrea. Hay 3 veces menos riesgo de infecciones respiratorias. Hay 4 veces menos riesgo de sepsis (infección generalizada y grave) a algunos gérmenes frecuentes en la infancia. Hay 8 veces menos riesgo de enterocolitis necrotizante (Infección intestinal con gran mortalidad).  4 a 16 veces menos riesgo de meningitis por Haemóphilus (protección que dura 10 años). Hay 3 a 4 veces menos riesgo de Otitis media. 5 veces menos riesgo de padecer infección urinaria.

·         Protección contra alergia: Impide la entrada de proteínas extrañas al intestino y al sistema. Tiene Zinc y ácidos grasos polinsaturados de cadena larga que contribuyen a una buena respuesta inmunológica. Un solo biberón que se le dé al niño en los primeros días de vida puede aumentar las posibilidades de alergias. Todas las preparaciones para lactantes, incluida la leche de soja, comportan riesgo de alergia. Menor incidencia de Psoriasis en los bebés alimentados a pecho. Menor incidencia de Asma. Menor incidencia de Colitis Ulcerosa y Enfermedad de Crohn.

·         Otros beneficios: Menor incidencia de muerte súbita. Mejor respuesta a las vacunas y capacidad para luchar contra las enfermedades. Mejor desarrollo psicomotriz, emocional y social. Mayor Coeficiente intelectual (niños 20% más inteligentes). Menos riesgo de diabetes. Menos riesgo de hipertensión arterial. Hay 9 veces menos riesgo de cáncer y linfomas en la infancia. Menor producción de caries y problemas de ortodoncia (aparatos).  35% menos riesgo de obesidad futura. Menor riesgo de Enfermedad Celíaca. Menor incidencia de miopía. Estimula el vínculo madre-hij@-padre.

Ventajas para las madres:
·         Las mujeres que amamantan son eficaces en función de la energía, pueden producir leche aún con ingesta calórica inadecuada.
·         Las madres que amamantan son capaces de decodificar antes y mejor las necesidades del bebé: sabrá si llora por hambre, necesidad de cariño o cólicos (dolor de tripa).
·         Menor sangrado postparto, por la secreción de oxitocina que estimula la contracción uterina, menos anemia.
·         Recuperación del parto más rápida.
·         Retarda la iniciación de la menstruación, por lo que es un buen anticonceptivo natural.
·         Menor riesgo de cáncer de mama, incluso el de origen genético, de útero y ovarios.
·         Mejor digestión de los alimentos por mayor secreción de enzimas digestivas.
·         Reduce la depresión postparto.
·         Reduce el maltrato y abandono posterior del bebé, por mejores lazos afectivos.
·         Menor pérdida de calcio urinario y aumento de la captación de calcio en el duodeno materno durante la lactancia (menor osteoporosis post menopáusica).
·         Menor riesgo de Artritis Reumatoide.
·         Menor riesgo de Diabetes tipo 2.
·         Menos riesgo de enfermedad coronaria.
·         Mejora la autoestima y seguridad en sí misma.
·         Practicidad (sólo hay que salir con los pañales).

               La verdad es que el tema es muy extenso, para cualquier duda o aclaración os aconsejo que os dirijáis a La liga de la leche, tienen una página muy completa y ofrecen ayuda a toda madre con dudas problemas sobre su lactancia.


Espero que os haya gustado!!!

lunes, 8 de febrero de 2016

Madre primeriza y crianza con apego y respetuosa II

Buenas tardes a tod@s:

Continuando con la anterior entrada, la lucha no terminó ahí, el lunes comencé con unas fiebres muy altas, volvimos al hospital, me hicieron una analítica y me tuvieron que volver a ingresar, me vine abajo, como ya os dije mi deseo era estar tranquilos los tres en casa, y de nuevo no pudo ser, afortunadamente ingresé con mi pequeño y mi fiel esposo, que no se separó de mí en esos días tan duros.

Si hasta ahora os había contado la pelea con el personal tan grande y casi constante pues imaginaos eso multiplicado por los cinco días que volvía a estar ingresada: pon el niño en el nido, no duermas con él, dánoslo que lo vamos a bañar…. En fin, ya pasó, pero no terminó, ahora viene cuando te tienes que enfrentar a todo el mundo que te alecciona (más que aconseja), que te dice que no debes hacer las cosas como las haces, con todos los que piensan de manera distinta a como tú has elegido criar a tu bebé.

En nuestro lugar hemos elegido la crianza con apego, una crianza respetuosa, para l@s que no la conozcáis, es una corriente basada en los principios de la teoría del apego, término acuñado por el psiquiatra y psicoanalista John Bowlby en la psicología del desarrollo. Según la teoría del apego, un fuerte enlace emocional con los padres durante la infancia, también conocido como apego seguro, es precursor del desarrollo de una personalidad segura e independiente, un buen comportamiento, independencia, y relaciones buenas y sanas. Este tipo de crianza tendrá efectos positivos durante toda la niñez, adolescencia y adultez.

La Attachment Parenting International (API), partidarios de la crianza con apego del Dr. Sears, intentan fomentar un vínculo seguro con los hijos mediante ocho principios que se identifican como metas a conseguir por los padres. Estos ocho principios son:

1.      Preparación para el embarazo, el nacimiento y la paternidad.
2.      Alimentación con amor y respeto.
3.      Respuesta sensible a las necesidades del bebé desde que nace.
4.      Contacto materno el mayor tiempo posible.
5.      Propicio del sueño seguro físicamente y emocionalmente.
6.      Propicio del cuidado cariñoso constante.
7.      Práctica de la disciplina positiva.
8.      Búsqueda del equilibrio entre la vida personal y familiar.


Aunque a mí me gustan más las 8 “B” de la crianza con apego.


1.    Birth bonding: lazos afectivos desde el nacimiento:
En mi plan de parto dispuse el piel con piel en el momento del nacimiento (siempre y cuando fuera posible, que pusieran a mi pequeño sobre mi nada más nacer) y si por alguna casualidad (como una cesárea no fuera posible), que mi marido hiciera el piel con piel con el pequeño hasta que yo llegara , no fue del todo como yo lo esperaba, como os conté lo pusieron sobre mí, lo dejaron que él comenzara a mamar por sí mismo, aunque en el momento en el que me tenían que coser, se lo dieron a mi marido.

         La sensación de tenerlo sobre ti, piel con piel es indescriptible y maravillosa y  no sólo en ese momento, sino que en un momento de nerviosismo o llanto del recién nacido en los primeros días, es como un reseteo que le hace volver a la tranquilidad.

2.      Breastfeeding: lactancia materna:
Desde luego y a DEMANDA,  ya que está demostrado que es el alimento más completo, es el más equilibrado y contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del recién nacido. Pero, además, también tiene beneficios para su sistema inmunológico y su salud a largo plazo. Otro día os halaré de este punto más ampliado.

 Pero ufff, se trata de otro hueso duro de roer, en mi caso, afortunadamente pude dar y doy el pecho, no sé hasta cuando, eso depende del pequeño. Los primeros días era un no parar, los bebés tienen un estómago minúsculo y la leche materna se digiera muy rápidamente, con lo cual eran muchas las tomas que hacía por el día y también por la noche. Frases como “te tiene de chupete”, “¿otra vez ahí?”, “todo el día colgado de la teta”, “no puede tener hambre otra vez”, “a demanda, vaya modas” y MUCHAS MÁS, me ha tocado oír y me toca muy a menudo.

3.      Babywearing: llevar al bebé encima:
Al fin y al cabo, se han pegado 9 meses dentro de ti, ¿dónde van a estar mejor que pegados a tu cuerpo?, sintiendo y oyendo lo mismo o muy parecido a cuando estaban en tu vientre, favoreciendo y fortaleciendo el vínculo. Sabéis esa frase que dice, “estoy mejor que en brazos”, pues con eso queda todo dicho, sea mochila portabebés o en brazos. Pero esto también está mal visto, “se va a mal acostumbrar”, “vaya morro que tiene”, “si cada vez que protesta lo coges…”

4.      Beding close to baby: dormir cerca del bebé:
¿Cerca? Más que cerca, a mi lado, hago colecho desde que nació, y para mi tiene muchas ventajas: es cómodo para mí, puesto que apenas me desvelo y él tampoco, ya que no llega a llorar nunca, me tiene a su lado, evita la angustia de separación, vigilo que se encuentre bien en todo momento, tiene el pecho a su disposición, siempre está tapadito… y muchas más, pero, si aquí también hay peros,  “ya verás luego para sacarlo de la cama”, “¿no te da miedo?”, “vais a aplastarlo”.

5.      Belief in the language value of your baby's cry: confianza en el valor de su llanto como lenguaje.
Los bebés lloran es la forma que tienen de comunicarse con nosotros, para que satisfagamos sus necesidades que de momento son básicas: alimento, sueño, malestar, si están sucios, si les duele algo, si se sienten solos, si necesitan seguridad o caricias… de momento no tienen otro tipo de comunicación, ni verbal ni no verbal.

Lo más importante los primeros días es anticiparse al llanto, ellos emiten señales para advertirnos que tienen hambre, como estamos tan cerca de ell@s podemos escuchar cuando hacen cacas o cuando tienen el pañal con pipí, se frotan los ojos o las orejas cuando tienen sueño, se retuercen o dejan de mamar cuando les duele la tripita, al besarlos podemos detectar una subida de temperatura… pero de todos modos cuando lloran es con motivo y no… “te manipulan”, “te toman el pelo”, “tienen cuento”, tan solo se comunican con nosotros, nos ayudan a entenderlos y debemos confiar en ell@s.

Podéis ver las entradas del 26 y 27 de agosto de 2014.

6.      Beware of baby trainers: tener cuidado con los adiestramientos.
No se trata de marionetas, no debemos adiestrar al estilo Glen Doman, ni al del doctor Estivill ni al Doctor Feber, existen muchos referentes adecuados para la crianza con apego, como Rosa Jové, Carlos González, Michel Odent, Jesper Juul… en los que confiar a la hora de llevar a cabo este tipo de crianza.

El adiestramiento no quiere decir que no tengamos rutinas con ell@s, las rutinas son indispensables en est@s pequeñ@s ya que anticipan al niñ@ a la acción posterior. Por ejemplo, si después del baño de la tarde, les damos un masaje y luego de mamar, ell@s a prenden que la acción posterior es dormir. Las rutinas les crean confianza podéis ver la entrada de 1 de septiembre de 2014.

7.      Balance: mantener un equilibrio.
¿Cuándo sabemos si lo estamos haciendo bien,  si realmente les estamos “mimando” o si estamos educando mediante una crianza respetuosa?

No nacemos enseñados para educar, debemos aprender a ser padres y la verdad es que es muy fácil pasar de la libertad al libertinaje. Está claro que hay que esperar unos meses para poner algún tipo de límites, en los primeros meses no es necesario.

En nuestro Tipi hay solamente una norma, el respeto, por los compañeros y por los materiales y con eso es suficiente, para tratar este tema os recomiendo el libro de Rebeca Wild titulado libertad y límites, amor y respeto.

8.      Both: ambos.
La involucración de ambos progenitores en el cuidado y la educación del pequeñ@ es muy importante, se debe estar coordinado en todas las decisiones que se deben tomar para crear un vínculo saludable y no llevar al niñ@ a confusiones y ofrecer un ambiente seguro.

La verdad es que hay tareas en las que el padre no puede colaborar como por ejemplo en la lactancia y que la diferencia entre las bajas por paternidad y maternidad es muy distinta en el tiempo, pero fuera de esas diferencias la balanza debe estar equilibrada para ambas partes.




No os perdáis la próxima entrada que será sobre la lactancia materna!!!

martes, 2 de febrero de 2016

Madre primeriza y crianza con apego y respetuosa I


Buenas tardes:

Como bien sabéis l@s que seguís mi blog, el pasado mes de septiembre fui madre por primera vez de un niño. Preparé mi mente y mi cuerpo para el nacimiento del pequeño con toda la ilusión y el amor del mundo; su cuarto (mi nido), la canastilla, la ropita, ejercicios de Kegel, masajes perineales, plan de parto, dieta equilibrada (lo más posible), ejercicio diario, clases de preparación al parto (en Loratzen, altamente recomendables)….

Según se acercaba la fecha que la matrona me dio (no la mía, que era 9 días más tarde), todo mi alrededor se empezó a inquietar; llamadas, preguntas… que hicieron que poco a poco yo me inquietara también, eso, acompañado del calor de este verano hicieron mella en mí. Deseaba ver la cara de mi pequeñín, pero también deseaba tener un parto lo más respetuoso y natural posible. Los días iban pasando y mi pequeño que llevaba posicionado boca abajo desde primeros de julio parecía no tener intención de salir, no era su momento.

Pasada una semana de la fecha prevista, tuvimos monitores y ecografía, todo estaba perfecto y mi matrona y mi ginecóloga que hasta el momento no habían dicho nada, me citaron para la semana próxima, a la espera que mi pequeño naciera antes, para volver a verme e inducirme el parto, la semana fue pasando, y llegó el jueves por la noche, al día siguiente era mi cita y me fui a la cama triste pensando que no tendría un parto como yo había deseado, afortunadamente a las tres de la mañana y 11 días después de la fecha prevista, me despertaron las contracciones, fue el dolor más agradable de toda mi vida.

 Había decidido no hacerme muchas expectativas sobre el parto, para no llevarme desilusiones si las cosas no iban saliendo como yo esperaba, pero era inevitable pensar en ello. No os voy a contar como fue el parto, solo deciros que fue bien, que se respetaron las pautas que yo pedía en mi plan de parto, hubo algún problema, pero no fue culpa de el equipo médico sino más bien de esta dichosa crisis y de los recortes en un área tan importante como es la sanidad.

 Después de 23 horas de parto pude ver la carita de mi ángel sobre mi pecho, buscando desesperadamente alimento, ¡¡¡qué sensación más indescriptible!!! Algo maravilloso, el milagro de la vida, que hasta que no lo vives en tus carnes no puedes llegar a imaginar.

Entonces comenzaron las diferencias de opiniones, lo cogieron de mi pecho  mientras disfrutábamos del piel con piel y él mamaba y yo que estaba casi exhausta por el esfuerzo, pregunté
-         - ¿Dónde lo llevan?
-        -  Lo vamos a limpiar y a bañar mientras te cosen.
-          -No, no quiero que lo bañen.

Quería que perdurara ese olor a pureza, a vida, a él. Mi marido la perseguía para estar seguro de que así lo hacían, cuando lo limpiaron se lo dieron en brazos y me morí de amor al ver a mis dos chicos juntos, mis vidas, por lo que todo tiene sentido, olvidé el dolor de las contracciones, del parto, de esa aguja y de ese hilo que entraban y salían en mi piel, una, dos, tres, cuatro, cinco… y no se cuantísimas veces más.

A todo lo que le iban a hacer me negaba, no quería perder ese maravilloso tiempo de recién recién nacido, quería seguir con el piel con piel y dejar que el comiera de mí y se saciara, quería grabar en mis retinas cada milímetro de su pequeño cuerpecito, quería olerlo, sentirlo, quererlo.


Por fin pudimos subir a la habitación y allí de nuevo lo volvieron a coger y despertar de mis brazos.
-Tenemos que ponerle la vitamina K… Huy, este niño está sin pañal esto no puede ser…

La verdad es que como repetía como una autómata a todo que no, me negué también a eso.
-En el plan de parto puse que me la pusieran a mi intramuscular, en el pecho, al mamar él la tomará.
- Dichosos planes de parto, aquí no nos ha llegado nada de eso.
- Ponme la vitamina a mí en el pecho y luego ya le ponéis el pañal.

Y a pesar de la pelea dialéctica lo conseguí, pero primero la vitamina antes que el pañal, no me fiaba nada. Mi pequeño volvió a dormirse pegado a mi piel y al momento volvieron a entrar en la habitación para llevárselo. De nuevo yo pregunté.
-¿Para qué?. Se acaba de dormir otra vez.
-Vamos a tomarle la tempertura. Habéis tenido un poco de fiebre.
-No podéis traer el termómetro aquí en vez de llevároslo.
-Ufff. (resopla)

Y yo vuelvo a insistir.
-          Ha nacido hace cuatro horas y estará muy cansadico, por favor, ¿puedes tomársela aquí? A ver si lo dejamos dormir un rato.

Al final accede y trae el termómetro a la habitación. Pero tras tomarle la temperatura intenta cogerlo y yo le digo.
-¿Y ahora qué?
-Ahora a la cuna. Contigo en la cama no puede estar, puedes dormirte y hacerle daño.
-¿Daño?
-Sí, aplastarlo o darle un  golpe…
- Ahora lo pongo, no te preocupes.

Me doy cuenta de que es mejor decirles que si y hacer luego lo que me parece mejor, yo, tenía muy claro que quería hacer colecho, así que decido que si vuelven a entrar les diré que estaba tomando pecho y se acaba de dormir, con lo cual intento no dormirme yo para que no me vuelvan a insistir y estar despierta por si vienen y… efectivamente a la hora vuelven a entrar en el cuarto, me van a ponen la torva para que haga pipí, les digo que ya he hecho y me tratan de loca.
-¿Cómo te has levantado de la cama?, te podías haber caído, anda anda, que no tenéis cuidado. Te vamos a hacer la cura, deja al niño e la cuna.
-No es necesario, aquí está bien, no quiero despertarlo.

De nuevo lo va a coger y yo le digo que no.

-No, no lo hagas, aquí conmigo está bien.
-Como sois, en cuanto nos vayamos lo pones en la cuna no te vayas a dormir.
-Vale.

            A la hora me llaman desde el cuarto al que dan todas las cunas o como ellas le llaman los nidos.
        -¿Si?
        -Pon al niño en la cuna.
        -¿Para qué?
        - Ponlo que lo vamos a bañar.
        - No quiero que lo bañéis, no está sucio.

            Oigo un fuerte bufido al otro lado.
-          -Ponlo que le tenemos que cambiar el pañal.
-         - Ya se lo cambio yo, he traído pañales.
-          -Tú no puedes, te tenemos que enseñar.
-          -Ya sé.
-          -Mira bonita, por normativa hasta que no pasan 24 horas no podéis cambiar el pañal, te tenemos que enseñar a cambiarlo y a limpiar el ombligo.
-          -Que ya sé.
-          -Que pongas al niño en la cuna.

Finalmente accedo, no tengo ganas de discutir, a partir de ahora estaré pendiente y si me vuelven a decir, diré que le acaban de cambiar hace poco. Total que aún no he pegado ojo y son las ocho de la mañana. Al rato vuelven a llamarme desde el cuarto contiguo.
       -¿Si?
        -Pon al niño en la cuna.
        -¿Para qué?
        - Lo va a ver el pediatra.
Accedo sin problemas mientras miro por el cristal como lo examinan, todo está ok. Decido dormir un poco, pero noooo, traen el desayuno, luego la de la limpieza, luego otra vez el termómetro, luego ya, no tengo ni sueño. Visitas de la familia, todos muy contentos de ver al pequeño y yo de mostrarlo, pero sigo sin dormir, ya no sé si tengo sueño o qué.

A media tarde el pequeño se hace cacas, el conocido meconio, así que como tengo pañales lo cambio yo misma, me dedico a la infancia, se hacerlo de sobras, cuando estoy en ello me pillas, Upss, se enfadan y me dicen que no puedo hacerlo, no lo entiendo, es mi hijo y no me dejan ni cambiarle.

Llega la noche y casi casi lo mismo de la anterior, estoy hasta el moño del hospital, llevo ni sé cuántas horas sin dormir, así que mi marido y yo decidimos pedir el alta voluntaria e irnos por fina nuestra casa con nuestro pequeño, no les parece muy bien porque es domingo y queda la prueba del talón por hacer, pero como todo está bien acceden y nos dan el alta, volveremos el martes a hacer la prueba.

Al llegar a casa disfrutamos de nuestro pequeño, descansamos, hicimos colecho, cambiamos pañales y dejamos de pelear constantemente por nuestros derechos.

En fin, he vuelto a ponerme nerviosa de solo recordarlo, visto aquí todo junto me ha parecido como dice Sabina “Qué demasiado”.


Hasta la próxima entrada!!!

miércoles, 27 de enero de 2016

Periodo de adaptación


Hola familias, lo prometido es deuda y dentro del poco tiempo que me deja mi peque, he aprovechado para escribiros sobre el periodo de adaptación.

¿Qué es el período de adaptación? Podríamos decir que el período de adaptación es el tiempo que cada niñ@ necesita para sentirse segur@ y confiad@ en su nuevo entorno, hasta llegar a aceptar voluntariamente la situación. Durante ese tiempo, el niñ@ debe elaborar la dificultad de separarse cada día de sus papás; tiene que aprender a reconocer el nuevo espacio como un lugar seguro en el que se sienta protegid@; tiene que adaptarse a nuevos horarios, niñ@s desconocidos, personas diferentes, otras comidas, otras normas… El niñ@ comienza a ampliar su conocimiento del mundo y seguramente, por primera vez en su vida, deberá enfrentarse a una nueva situación, a solas con sus posibilidades, sin que sus papás estén presentes. Ante esta circunstancia, no es de extrañar que los niñ@s experimenten sensaciones de inseguridad, abandono o desprotección.

Se pueden dar cambios conductuales como consecuencia de lo anterior, durante los primeros días, es posible que los niñ@s modifiquen algunas de sus conductas. Lo más frecuente es que se muestren más sensibles, nerviosos, que presenten alteraciones del sueño, cierta agresividad o cambios en los hábitos de alimentación. Todo ello es normal. Los niñ@s todavía no tienen suficientes recursos expresivos, no hablan y sólo pueden expresarse con los medios que tienen a su alcance, sobre todo el llanto. Algunos niñ@s lloran poco, pero se muestran retraídos, aferrándose fuertemente a la persona que va a llevarlos o recogerlos, y desarrollan conductas temerosas ante los extraños. Igualmente están expresando a su manera, la inseguridad que viven en esos momentos.

Miles de niñ@s empiezan cada año adaptaciones y suelen ser un trance difícil (también para muchos padres) pues significa, especialmente para los que van por primera vez, un gran cambio en su vida. Hay algunos consejos que como padres podemos seguir para lograr una mejor adaptación de l@s niñ@s.

Lo primero es ponernos en su piel y comprenderlos. Pensad en un niñ@ que se separa de sus padres por primera vez y lo dejan en un sitio que aún no le resulta familiar, al cuidado de una persona que no conoce, junto con un puñado de niñ@s también desconocidos, y muchos de ellos llorando desesperadamente. A cualquiera, incluso a muchos adultos, le daría una angustia tremenda, ¿verdad?

              En la primera infancia, todo es nuevo para l@s niñ@s. Y sólo nosotros, los padres somos los únicos que podemos ayudarles con el apoyo y la comprensión que ell@s necesitan en momentos como éste. La integración del niñ@ debe realizarse paulatinamente, es decir, pasito a pasito, sin prisas ni agobios. Es muy importante respetar los tiempos y las exigencias de cada niñ@ en particular.

              Para conseguir que vuestr@s hij@s se adapten bien, sobre todo, si es la primera vez que le llevas, es recomendable seguir estos consejos que le ayudarán a superar esta situación con naturalidad.

1. Adaptación horaria. Al principio, llevar al niñ@ sólo durante unas algunas horas y, poco a poco, ve aumentando el horario. Cada niñ@ necesita de su tiempo.

2. Objetos de apego. Deja que vuestr@ hij@ lleve, se así lo desea, su juguete preferido, o algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.

3. Despedidas rápidas. Evita prolongar las despedidas en exceso. Hay que transmitir seguridad al niñ@ y evitar dramatismos. Tu hij@ debe saber que dentro de un rato vendrás a recogerle y que lo que estás haciendo es lo mejor para él.

4. Motivación y ánimo. Al salir, dedica tiempo a tu hij@, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.

5. Entradas y salidas. Es conveniente que la madre o el padre vayan a llevarle y a recogerle. Esta rutina le proporcionará seguridad y, además, se acostumbrará antes al cambio.

6. Contacto directo. Siempre que lo consideres necesario habla con la educadora sobre tus dudas, tus inquietudes y sobre cualquier cambio que observes en el niñ@.

7. Actividades. Busca estar informada sobre las actividades que están desarrollando: canciones nuevas, estaciones del año, etc, para entender y potenciar su aprendizaje.

8. Evolución y etapas. Los aspectos de la evolución del niñ@ deben ser coordinados con la educadora (retirada del pañal o del chupete) para que se lleven de la misma forma que en casa.

9. Alimentación. Procura tener en cuenta qué es lo que come cada día, solicitando el menú, para poder ofrecerle una dieta más equilibrada.

10. Ambiente relajado. Para una mejor adaptación del niñ@ conviene que su día no empiece con prisas o agobios por salir de casa. Así que nada de prisas por la mañana. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios.


Los cambios son difíciles de gestionar, sobre todo para l@s niñ@s de corta edad. Por tanto, es importante que les apoyemos, acompañemos y ayudemos a adaptarse de la mejor manera posible.


Espero que os sea útil la información.